martes, 18 de febrero de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Virgen de la Paz.

El origen de esta devoción parece que se remonta al siglo VII.

El 18 de diciembre del año 645, terminado el IX Concilio de Toledo, su arzobispo san Ildefonso, en compañía de algunos colaboradores, se dirigió a la Catedral para cantar los maitines. Al entrar, se produjo en el altar un fuerte resplandor que provocó la huida de sus acompañantes.  Pero, él pudo ver claramente a la Santísima Virgen, que había descendido del cielo y estaba sentada en su cátedra episcopal. La Madre de Dios habló con gran sensación de PAZ a su fiel promotor de la fe en su inmaculada concepción, le entregó una casulla, que se conserva allí, y después desapareció.

La muerte del Arzobispo sucedió el 23 de enero de 667, y la Iglesia de Toledo decretó que el 24 de enero se celebrase solemnemente en todo el arzobispado, este descenso de la Virgen María a la Iglesia Catedral.

Además de este acontecimiento la advocación de Nuestra Señora de la Paz se atribuye, a fines del siglo XI, a otro episodio histórico.

En el año 1085, Alfonso VI, rey de Castilla, reconquistó la ciudad de Toledo tomada por los musulmanes. Pero en el Tratado de Paz, firmado a tal efecto, se estipuló que el Templo principal de la ciudad quedase como mezquita, para los moriscos (descendiente de los musulmanes que continuaron habitando en la península ibérica después de la Reconquista y seguían hablando en árabe y practicando el islamismo)

Tras la firma del Tratado, el rey Alfonso se ausentó de Toledo, dejando a su esposa, la reina Constanza, como gobernadora de la plaza.

Los cristianos residentes en Toledo no aceptaron que la Iglesia Metropolitana consagrada a la Santísima Virgen, fuera utilizada como mezquita para el rito musulmán.

Por ello, los cristianos apoyados por el arzobispo Rodrigo y por la propia reina Constanza, y en contra de lo firmado en el Tratado de Paz, trataron de apoderarse de la Catedral con gente armada, lo que provocó un fuerte combate con los moriscos, que no cesó hasta que la reina y el arzobispo manifestaron que el ataque no tenía el conocimiento ni la autorización del rey.

Los moros enviaron embajadores al rey para denunciar el atentado, y Alfonso se posicionó de parte de ellos a pesar de los ruegos de sus súbditos, para no faltar a su honor y a la palabra que había empeñado.

Pero los acontecimientos se desarrollaron de un modo extraordinario, pues los embajadores árabes se postraron ante Don Alfonso, y le suplicaron que perdonase a los cristianos y prometieron devolverle la Catedral.

El monarca ordenó, que, al día siguiente, un 24 de enero, se tomase posesión de la Catedral y se hiciesen festividades especiales en honor de la Virgen María de la Iglesia Metropolitana, a la que, por haber restablecido la paz en la fecha de su fiesta, se la veneraría en adelante con el nombre de Nuestra Señora de la Paz.

De Toledo se extendió su devoción a toda España y otras ciudades de Europa.

Muy especialmente, la Virgen de la Paz es una advocación mariana que se venera en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz de Ronda (Málaga). Es una imagen de autoría anónima y fecha desconocida que, según la tradición, fue traída en su propio caballo por el rey Alfonso XI, en el siglo XIV, cuando estuvo en Andalucía. Es patrona y alcaldesa perpetua de Ronda.

Iglesia de Nuestra Señora de Consolación o de los Terceros

La virgen de la Paz es Patrona del Consejo Andaluz de los Administradores de fincas y de la Familia, réplica de la que se venera en la ciudad de Ronda.

Según las necesidades de culto se sitúa de distintos retablos de la iglesia, en mí y última visita estaba situada en el brazo izquierdo del Crucero, presidiendo un Retablo barroco, en cuyo banco se nos muestra dos imágenes de Letanías Lauretanas (ver), la fuente y el pozo, y en el ático un relieve de la presentación de la Virgen en el templo. 

Retablo de la Virgen de la Paz

Su patronazgo se obtiene a partir de la peregrinación anual a Santo Domingo de la Calzada (Patrono de los administradores de fincas) en el año 1993.

El Colegio de Sevilla propone, y se aprueba por el Consejo Andaluz, la adopción del patronazgo de la Virgen de los Administradores de Fincas de Andalucía, en una advocación relacionada con el desempeño de la labor social de las dichos Administradores de fincas.

En febrero de 1994 con motivo del Año Internacional de la Familia, S.S. el Papa Juan Pablo II alentó sobre los valores sociales de la familia y por iniciativa del párroco donde recibía culto Nuestra Señora de la Paz se añadió la advocación de Reina de la Familia.

A partir de 1996 se consideró y se aprobó el traslado de la Imagen a Sevilla, a la Iglesia de los Terceros, para dar culto a su Patrona, extender el sentimiento a la familia y permitir que una vez al año la Virgen pueda acudir a una provincia andaluza para que el día de la Patrona se pueda celebrar de forma itinerante.

El 15 de mayo de 2003, el Abad de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada bendijo la imagen de una virgen de vestir, del estilo iconográfico de Inmaculada joven, obra de Antonio Dubé de Luque (ver), como Nuestra Señora de la Paz y Patrona de los Administradores de Fincas de Andalucía.

Camarín con la Virgen de la Paz

Virgen de la Paz

Detalle de la Virgen de la Paz

Detalle del basamento

Virgen de la Paz. Iglesia de Nuestra Señora de la Paz. Hermandad de la Sagrada Mortaja

La Virgen de la Paz, titular del antiguo convento del mismo nombre, actual sede canónica de la Hermandad de la Sagrada Mortaja, es una imagen mariana con el Niño clasificada dentro de las denominadas de "Gloria". Actualmente ocupa un lugar destacado en el retablo mayor, situada sobre el frontón curvo que corona el conjunto, justo por encima del misterio de la Sagrada Mortaja.

Se trata de una imagen de vestir que algunos expertos atribuyen al círculo artístico de Roque Balduque (ver). Por sus rasgos formales, estilo y grafismo, tanto el busto como las manos pueden datarse en el siglo XVI. Las manos, de tipo "tenedor", responden a una forma arcaizante muy extendida en ese periodo.

Estas características coinciden con la fecha de fundación del convento de la Paz, que albergaba a la comunidad de monjas agustinas y cuya erección tuvo lugar en 1571, según recoge el historiador contemporáneo Alonso de Morgado.

A lo largo del tiempo, la imagen ha experimentado diversas modificaciones, motivadas por criterios estéticos o funcionales propios de distintas épocas. No obstante, solo se conserva documentación sobre una intervención específica en 1702, realizada con el fin de ampliar el camarín central, donde entonces se veneraba a la Virgen como titular del convento.

Una transformación significativa, probablemente llevada a cabo en el siglo XVIII, fue la sustitución del Niño Jesús original. El actual está confeccionado con la técnica del papelón (una mezcla de pasta de papel muy utilizada en ese tiempo por su ligereza). Llama la atención que, en su origen, esta imagen representaba al Niño Jesús en su iconografía pasionista, osea de pie, sosteniendo una cruz y acompañado por atributos de la Pasión. Posteriormente, fue adaptado para ser sostenido por la Virgen, alterando así su disposición inicial.

En 1984, tanto la Virgen como el Niño fueron objeto de una restauración integral a cargo del profesor Juan Manuel Miñarro.

Frontón curvo de la Virgen de la Paz

Camarín de la Virgen de la Paz

Detalle de la Virgen de la Paz y el Niño Jesús

Detalle de la Virgen de la Paz

Detalle del rostro de la Virgen de la Paz

Detalle del Niño Jesús

Iglesia de san Pedro

A los pies de la nave del Evangelio se sitúa el Retablo de Santa María de la Paz. Está compuesto por tablas con pinturas de Pedro Campaña (ver) del siglo XVI, hacia 1540, que fue feligrés de esta parroquia durante su estancia en Sevilla, y le fue encargada por Pedro de Santiago Ferriol.

En la tabla central se sitúa una de mayor tamaño de la Virgen, a cuyos pies corre una filatelia con la siguiente leyenda: “Santa María de la Paz”. Esta tabla presenta la firma del autor “PETERVUS-KAMPANIA-FACIEEBAT”.

Retablo de Santa María de la Paz

Santa María de la Paz

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