AREA DE MACARENA-FERIA
Calle Resolana.
La calle Resolana forma parte de la Ronda Histórica, discurriendo entre
la Puerta de la Macarena y el Puente de la Barqueta.
Por la derecha nacen Carranza,
Torrigiano, Adelantado y Perafán de Ribera;
por la izquierda desembocan Alonso Vázquez,
Fray Luis Sotelo, Feria, Pacheco y Núñez de Prado, Luis Peraza y Vib Arragel.
En el siglo XII se levantó la Puerta de la Macarena (ver), uno de los
accesos al recinto amurallado de la ciudad, y en el siglo XIV existía, frente a
ella, la ermita de san Antón donde se realizó la primera procesión de la
Hermandad del Silencio en 1356.
La primera
mención que se hace del topónimo Resolana corresponde
al padrón de 1665, en el que aparece como
Resolana del Barrezuelo, aludiendo al barrio
que había surgido extramuros.
En la década de 1830 el espacio
inmediato a la Puerta de la Macarena es conocido como sitio del Murillo.
En el siglo XIX se la cita, en ocasiones, como Resolana de la Macarena.
Fue conocida también, desde antiguo, como Paseo de la Resolana, pues el término "resolana" se refiere a un espacio abierto, expuesto a los rayos solares pero resguardado del viento.
Hasta 1868 no se le conoció oficialmente el
nombre que hoy posee, aunque en el plano de
1848 de José Herrera Dávila ya existía esta denominación.
En 1931 se propuso rotularla con el nombre del poeta y periodista José Nakens y Pérez (1841-1926), pero no prosperó, dándoselo a otra calle.
Como hemos comentado, desde los tiempos islámicos era un espacio extramuros, un arrabal fácilmente inundable, entre la muralla y las huertas inmediatas, y en fecha imprecisa comienza a formarse el barrio que sería conocido como Barrezuela (1665).
En la década de 1860 se efectuó la apertura de la puerta a la actual
calle Feria y se acometieron definitivamente trabajos
de infraestructura y dotaciones.
El ferrocarril, el derribo de la muralla
(década de 1870) y la condición
de periferia de este espacio, fomentaron el establecimiento, en la
acera de los pares, de almacenes como el de
maderas de Luis López Rebolledo (Resolana 25) e instalaciones
fabriles del
ferrocarril, y de fundiciones, como la Fábrica de San
Francisco de Paula, de Manuel Mata,
popularmente llamada
de los “Perdigones” (1885), y la
de Domingo de la Prida (1916), así como
la construcción de viviendas en los impares, de tal modo que un documento de 1874 utiliza la expresión "nueva
calle"".
La Fundición de Domingo de la Prida llegó a tener una producción muy
extensa y variada con un gran volumen de trabajo que obligó a trasladarla a
Bellavista, manteniendo las oficinas en Resolana.
Se ocupó de realizar, bajo la dirección de Aníbal González, las farolas
de la plaza de España. También construyeron la verja interior de la fábrica de
tabacos, la cerrajería del edificio de Rafael Moneo de Previsión Española
frente a la Torre del Oro, así como tapas de alcantarillado y compuertas para
riego, guarda esquinas, veladores etc.
La fábrica de san Francisco cerró en los años de 1950, las naves fueron
derruidas y solo quedó la torre (ver), dando lugar a un extenso asentamiento
chabolista.
El espacio se recuperó en parte, por estar en las
inmediaciones de la Exposición Universal de 1992, para darle un mejor aspecto. En 2001 se acabó con todas las chabolas y se restauró, por parte del Ayuntamiento, la parcela al completo, creando un parque con fuente, edificios de viviendas y la facultad de
Odontología.
En la esquina con la calle Feria se instalaron a finales del
siglo XIX las
denominadas Escuelas de la Macarena, que en la actualidad conforman el Colegio Público Macarena” Los Altos
Colegios” (ver).
Frente a la
Puerta de la Macarena destaca el Bar Plata, en la esquina con la calle Don Fadrique.
Tertulia en un velador del bar y comestibles San Isidro en la calle Don
Fadrique. Finales de la década de 1920. Fotografía de Antonio Passaporte
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