miércoles, 19 de febrero de 2025

 AREA DE SAN ROMAN

Hermandad de la Sagrada Cena.

La Hermandad de la Sagrada Cena de nuestros días es el resultado de la fusión de tres hermandades diferentes:

La de la Sagrada Cena, fundada el año 1.580 en la iglesia de Ómnium Sanctorum.

La del Cristo Humillado, con residencia en el hospital de san Lázaro.

Y la de Nuestra Señora del Subterráneo, procedente de la iglesia de san Nicolás, que se habían unido anteriormente en 1.613.

La hermandad resultante fijó su residencia en el convento de san Basilio (ver), dependiente de la parroquia de Ómnium Sanctorum (ver).

Siguiendo los episodios sufridos por otras cofradías de la ciudad (terremoto de Lisboa, invasión napoleónica, incendios fortuitos, desamortizaciones) tuvo que someterse a diversos traslados, así pasó de San Basilio a San Gil (ver), vuelta a San Basilio, mudanza al convento de Belén (ver) y posteriormente a san Vicente (ver). En san Vicente coincide con la desamortización de Mendizabal (1868) y pierde casi todo su patrimonio.

En 1876 un grupo de cofrades obtiene del Arzobispado la aprobación de nuevas Reglas la hermandad se reorganiza en 1880 en Ómnium Sanctorum.

Tras el incendio de la iglesia de Ómnium Sanctórum en 1936, la hermandad se traslada a la iglesia de Nuestra Señora de Consolación (Los Terceros) (ver) hasta 1958 en que se tiene que instalar en la Iglesia de la Misericordia. 

Finalmente, en 1973 regresa de manera definitiva a la Iglesia de los Terceros, donde, en 1995 se fusiona con la Hermandad de la Esclavitud de Nuestra Señora de la Encarnación, residente en dicha iglesia.  

Así, desde 1973, la iglesia de los Terceros es la sede canónica de la Hermandad de la Cena, donde albergan las imágenes de Jesús de la Sagrada Cena, el Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Ntra. Señora del Subterráneo, Reina de Cielos y Tierra, que procesionan cada Semana Santa en la tarde-noche del Domingo de Ramos. Y tienen como titular letífica a Ntra. Señora de la Encarnación.

Un reciente estudio por el historiador Víctor Regalado González-Serna en el Archivo General del Arzobispado de Sevilla ha permitido conocer con mayor profundidad los orígenes de la Hermandad de la Sagrada Cena, aportando información inédita sobre su desarrollo y consolidación.

La investigación revela que en 1577 la Hermandad de la Humildad recibió la cesión de la capilla de los Cervantes, situada en la parroquia del Ómnium Sanctorum. Aunque no se menciona expresamente la existencia previa de la hermandad, este hecho demuestra la intención del clero de consolidar una cofradía en el espacio, favoreciendo su desarrollo.

Un aspecto relevante es la relación de esta cesión con la primera regla de la Hermandad de la Sagrada Cena, fechada en 1580 y actualmente perdida. Esto sugiere que ambas hermandades pudieron coexistir en la capilla hasta su fusión, que se estima ocurrió en 1591.

Para 1592, se encuentra documentada la referencia más antigua a la titulación conjunta de la hermandad, bajo la denominación de “Cofradía de la Sagrada Cena y Humildad de Nuestro Señor Jesucristo”. Este hallazgo confirma la fusión de ambas corporaciones y su establecimiento definitivo en la parroquia del Ómnium Sanctorum.

Otro dato significativo aportado por la investigación es la existencia de enterramientos de hermanos en el interior de la capilla, así como la presencia de los titulares de la Sagrada Cena y la Humildad en altares separados.

Sin embargo, no hay constancia de la presencia de la imagen de la Virgen del Subterráneo en este período inicial, lo que abre nuevas hipótesis sobre la evolución de la devoción mariana dentro de la hermandad. Se plantea la posibilidad de que la advocación mariana se trasladara posteriormente o que en un primer momento la cofradía contara con otra Virgen más cercana a su origen fundacional.

El estudio también documenta un extenso litigio iniciado en 1592, cuando una familia reclamó sus derechos sobre la capilla de los Cervantes, lo que llevó a un proceso judicial que se prolongó hasta 1608. Durante este tiempo, ante la incertidumbre legal, la cofradía decidió abandonar voluntariamente la capilla entre septiembre y octubre de 1607. Como compensación, la parroquia del Ómnium Sanctorum le cedió otro espacio, aunque su ubicación exacta aún no ha sido determinada.

Finalmente, se tiene constancia de que el 4 de enero de 1608 la hermandad ya estaba establecida en su nueva capilla, poniendo fin a años de disputas y consolidando su presencia en la parroquia. 

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