AREA DE SANTA CLARA-JESÚS DEL GRAN PODER
Convento de Nuestra Señora de Belén.
Al final de la calle Peris Mencheta en la Alameda, espacio ocupado actualmente
por una manzana de casas, estuvo situado el convento de religiosas carmelitas
con el título de Nuestra Señora de Belén.
Este convento fue fundado en el año 1513 por la carmelita Inés de san
Miguel, noble dama sevillana de linaje de los Farfanes de los Godos, con
licencia emitida por el arzobispo Diego de Deza junto con el rey Fernando el Católico
y la del padre general Pedro Terraz.
Dª Inés, y con mil maravedíes que tenía de renta, y otros cien mil que le
donó el Arzobispo de Sevilla Fray Diego de Deza, compró y labró la casa que era
propiedad de la madre del doctor Hierro, situada en los “Cuatro Cantillos” de
la collación de San Gil, cerca de la Puerta de la Macarena, y allí
fundó un convento con la advocación de la Encarnación y bajo obediencia de la religión
del Carmen.
En este sitio permaneció hasta el año 1585, en el que sus superiores, con
las licencias necesarias, lo trasladaron a una pequeña ermita que existía en la
“Alameda de Hércules” dedicada a Nuestra Señora de Belén, una imagen pictórica de
cuyo culto cuidaba una Hermandad de barqueros y gente del río. Por
ello, el título del convento será a partir de entonces de la “Encarnación de
Belén”.
El traslado fue realizado con aprobación del arzobispo
cardenal Rodrigo de Castro Osorio, del superior general carmelita Juan
Bautista Caffarelo, con bula de Gregorio XIII, y con el consentimiento de
la citada hermandad de barqueros.
La capilla fue agrandada para ser la Iglesia del convento y para hacer el
convento adquirieron unas casas de los caballeros Roelas, dependientes del mayorazgo
que fundó Don Pedro de la Roelas en 1563.
En 1837 el convento fue desamortizado, las religiosas trasladadas al
Convento de Santa Ana y el convento se convirtió en una casa de vecinos. La
iglesia se mantuvo abierta hasta su cierre en la Revolución de 1868 y el
convento y la iglesia fueron demolidos a finales del siglo xix.
El retablo mayor, realizado por Fernando de Barahona en
1675, y la imagen de san Juan Bautista de Martínez Montañez se conserva en la
iglesia del Convento de Santa Ana (ver), pero
sin la imagen de Nuestra Señora de Belén.
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