ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA
Miguel Sánchez-Dalp y Calonge
Miguel era el segundo hijo del matrimonio
formado por Miguel Sánchez–Dalp y de Guzmán y María de los Santos Calonge y
Fernández de Granado.
Nació en Aracena el 19 de enero de
1871 y falleció en Sevilla el 21 de febrero de 1961, con noventa años de
edad.
Terrateniente de la Rinconada y
Alcalá del Rio, fue uno de los labradores que contribuyó mas decididamente al
desarrollo de la agricultura y ganadería sevillana poniendo los cimientos del
empresariado agrícola y ganadero. Así, impulsó el regadío promovido por Joaquín
Benjumea Burín, después de la terrible hambruna de 1905. Promovió el VII
Congreso de Oleicultura que puso su explotación agrícola como modelo del sector
olivarero. En 1918, patrocinó el Congreso Nacional de Regantes y el plano de la
ciudad de ese año.
Además, dedicó gran parte de su
tiempo y fortuna a la cultura y entre sus numerosas obras filantrópicas está el
Hospital de la Cruz Roja Reina Victoria Eugenia en Capuchinos y la
reconstrucción de numerosas iglesias destruidas durante la Guerra Civil, así
como la rehabilitación de otras dañadas por el paso del tiempo.
Entre
sus principales aportaciones a la ciudad no hay que olvidar la casa palacio de
la plaza del Duque de la Victoria (ver) centro cultural y social de la época
y su gran labor como presidente del Ateneo
(1913-1914) apoyando al movimiento regionalista.
Con su hermano Javier invitaron a Francisco Cambó a pronunciar el
discurso de los Juegos Florales de 1913, que supuso el inicio del andalucismo
contemporáneo con el Congreso titulado Ideal Andaluz, celebrado en 1914.
Igualmente,
ambos hermanos apoyaron al notario Félix Sánchez–Blanco en su proyecto de
editar la revista Bética, la mejor publicación de su época.
Durante la II República,
Sánchez–Dalp sufrió la ocupación de sus fincas, el incendio de cosechas y
atentados contra sus obreros por no secundar algunas huelgas.
En 1932 los huelguistas simularon
el entierro de Miguel Sánchez–Dalp por la plaza del Duque, pasando una caja de
muerto por delante de su palacio, y cantando simulacros de rezos.
El 5 de abril de 1936 fue amenazado con una pistola por Antonio González Ruiz, obrero de La Rinconada (Sevilla), que fue detenido.
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