RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Poetas.
Alejandro Collantes de Terán.
Nació
en Sevilla, el 2 de diciembre de 1901, hijo del latinista Antonio Collantes de
Terán y Dolores Delorme, en el número 2 de la calle Escudero (actual Señor de
la Sentencia).
Estudió
Filosofía y Letras en Sevilla siendo alumno del profesor Pedro Salinas. También
estudió Derecho, pero no llegó a terminarla.
Era un gran aficionado a las antigüedades y era funcionario del
Ayuntamiento de Sevilla.
Sus
inicios poéticos fueron a la sombra de los versos de Bécquer, aunque de
formación modernista y novecentista.
Fue
redactor jefe de la Revista Universidad empleando diversos seudónimos, tales
como Alexandre, Adolfo Centauro, Julio de Abril y otros.
Fue director de la revista “Juventud” en 1921, en la que ironizó
sobre las vanguardias poéticas en el artículo "Los camelistas,
neocamelistas y otras yerbas".
Publicó poemas en verso (Mediodía 1926) con influencias de
Fernando Villalón y Federico García Lorca, pues perteneció, aunque no fue
incluido, en la Generación del 27.
En 1924 fue Miembro fundador de la reorganización de la
Hermandad de las Penas de San Vicente, siendo Secretario de la primera Junta de
Gobierno.
En 1930 se casó con la hermana del pintor Pablo
Sebastián, María Teresa Sebastián.
Colaboró
con el Ateneo, era devoto de José María Izquierdo (ver), siendo presidente de
la sección de literatura durante los años 1930 a 1931.
En 1932 publicó un pliego titulado “Nochebuena” (Canciones populares) que él
mismo ilustró. Fue incluido en la Antología de poesía andaluza de Arauz (1936).
Fue el administrador y principal impulsor de una de las grandes
revistas poéticas del 27, la revista sevillana “Mediodía”, inventándose un mecenas (el señor Arceniaga) que le
permitía rechazar ciertos originales.
Como periodista colaboró en el Noticiero Sevillano, ABC de
Sevilla y el Correo de Andalucía. En este último con el seudónimo de “Gongorilla”.
Murió en Sevilla en 1933, en la calle Gloria,
y salieron póstumos “La
correduría de Sevilla” (Sevilla, 1946) y “Poesías” (Sevilla, 1949).
A pesar de su corta existencia, dejó una huella profunda tanto en sus compañeros y amigos como en la vida literaria de la Sevilla del momento. El tema central de sus versos fue casi siempre Sevilla, lo que ha provocado que gran parte de la crítica le acusara de localista. Sus versos son conmovedores, intimistas y llenos de gracia.
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